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Entre lo visible de Rayuela
(la novela) y su parte oculta (el Rayuela insólito) Cortázar dispuso
multitud de pasajes, puentes, puertas y ventanas que permitiesen el tránsito
del uno al otro: el autor los denominó «intercesores». En ellos se puede
observar (siempre en modo metafórico) o bien una contraposición entre lo oculto
y lo manifiesto, o bien un cuestionamiento de lo visible, o bien una
vindicación de lo oculto. ¿Cuántas veces lo dijo? ¿Cuántas metáforas distintas
utilizó?
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Rayuela, capítulo 51
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–Como si fuéramos vampiros, como si un mismo sistema circulatorio nos uniera, es decir nos desuniera. A veces vos y yo, a veces los tres, no nos llamemos a engaño. No sé cuándo empezó, es así y hay que abrir los ojos
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Rayuela, capítulo 52
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Hubiera tenido que hacerle sospechar a Traveler que lo que le contara no tenía sentido directo (¿pero qué sentido tenía?) y que tampoco era una especie de figura o de alegoría. La diferencia insalvable, un problema de niveles que nada tenían que ver con la inteligencia o la información
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Rayuela, capítulo 54
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Se estaban como alcanzando desde otra parte, con otra parte de sí mismos, y no era de ellos que se trataba, como si estuvieran pagando o cobrando algo por otros, como si fueran los gólems de un encuentro imposible entre sus dueños
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